Mucho
se cree acerca de que estos espíritus son maligno y crueles. Nada
más lejos de la realidad, pues seria tachar a los seres humanos de
malignos y crueles por beber agua y comer fruta. No es algo que ellos
generen de por si. Al menos no la mayoría, si bien tampoco tienen
porque ser amistosos. Tal es la naturaleza extraña de los espíritus
para los seres mundanos.
Es
complicado estudiar a estos seres, no solo a los de las desgracias y
la muerte. Si no en general a los espíritus por que pocos tienen el
don de verlos, y no muchos adquieren o entrenan el de percibirlos. Ni
que decir que su manifestación es cuento menos extraña. Aun así
existen varios tipos, como repartidos en jerarquías que son en
verdad lineas de crecimiento y madurez, con respecto van creciendo y
alimentándose.
-En
primer lugar estarías los espíritus de la muerte. Estos pequeños
seres de aspecto de bebes con una desproporcionada cabeza y una gran
sonrisa(con dientes muy blancos), lucen una piel negra como el
carbón, con pequeñas heridas aleatorias en su piel de un rojo
sangre muy marcado. Sus ojos son redondos y carecen de pupila iris y
otros elementos, unicamente un orbe vacío y blanco.
Nacen
con las grandes desgracias y muertes muy sentidas. Una vez vivos, se
les ve donde ocurrirán numerosas muertes y dolor emocional. También
se les conoce como “muercillos”.
-Una
vez que este asimila y se nutre con mucha desgracia da el salto y
adquiere formas mas adultas: los portadores de desgracia. Un
esqueleto de tamaño adolescente surge de su parte frontal y se ve
con claridad, tanto las costillas como la calavera, todo. De un
blanco muy puro rodeado por una linea de sangrante rojo. No
engañarnos con que sea solo huesos, en si mismo sigue revestido de
esa piel negro intenso en la espalda. Unos ojos de iris rojo
comienzan a asomar por sus cuencas y su lengua adquiere una tonalidad
purpura. Un uno de sus brazos se forma también un mecanismo similar
a aun guantelete de color dorado. Con este puede atacar a otros
espíritus y luchar por devorar más muerte y desgracia. El mundo
para el se vuelve un lugar más hostil y competitivo. No deja de ser
curiosa la la forma en que al adquieren una mayor conciencia propia y
una mayor compresión de su poder, pierda parte de esos poderes que
tenia de forma inconsciente en su etapa anterior. Los “muercillos”
son capaces de compartir, atravesar paredes, volar, levitar y eludir
la mayoría de formas de presa y ataque. Estos en cambio pierden esa
inocencia y se comienzan a hundir con el peso de su alimento. Se les
conoce también como “queleres”.
-Un
“quelere” que
haya sobresalido entre el resto, con determinación y poder. Tras
mucho tiempo devorando y cultivando desgracia y muerte. Adquirirá la
ultima fase de su desarrollo. Las muertes menores son espíritus de
gran poder. Que vagan por el mundo para vigilar y hacerse con la
mayor cantidad de muerte y desgracia. En algunos casos los humanos y
otros seres pactan con estos queriendo o sin querer un trato según
el cual este les otorga poder y victorias a cambio de alimentarse. No
es raro que los grandes generales, o sanguinarios señores de la
guerra tengan tras de si uno de estos seres. Su fase evolutiva a
parado, pero su hambre insaciable de muerte y miseria no termina y
solo crece. Algunos creen que en verdad hay otra fase, pero según
las investigaciones no hay nada por encima de las muertes menores.
Salvo el caso único y particular de el dios de la Muerte. Hay
quienes creen que entre este y las muertes menores hay otra linea,
que tiene muchos nombre y son dioses menores de la muerte y el pesar.
Las llamadas Parcas, no necesitan de recoger energía negativa de los
vivos. Extraen de la misma corriente espiritual esa energía que se
desaprovecha por el más pequeños y con ella se nutren y vigilan el
orden cósmico. No obstante esto es más leyenda que historia.
El
aspecto de estas muertes menores varia aun más que sus predecesores.
Ya que su forma puede ser muy variada aunque siempre hay
características comunes. La calavera al descubierto, una túnica
raída que es en verdad parte de su piel desprendida. Y un arma de
color dorado, siendo comunes(donde común no seria la palabra)
guadañas, lanzas y más raramente una forma evolucionada del
guantelete de su juventud, más alargada y cubriendo más brazo.